martes, 19 de enero de 2016

Comunidad vs. Desarrollismo

Villa Carlos Paz,
07 de Enero de 2016.-
Al Sr. Presidente
del Concejo de Representantes
de la Municipalidad de Villa Carlos Paz
Lic. Walter Gispert
S______________/______________D.

De mi mayor consideración:
Habiendo concurrido a la audiencia pública que convocara ese Concejo de Representantes según Resolución  Nº 106/2015-16 y luego de la intervención del Sr. Eliseo Arrarás, quién se refirió al punto Nº326/2015 (Superficies Mínimas para viviendas colectivas), me veo en la necesidad de realizar algunas observaciones a su presentación, en razón de la importancia del tema bajo análisis y también en virtud de que el mismo hizo mención a mi persona.

El Sr. Arrarás me visitó días pasados, dada mi calidad de integrante de la Asociación Inmobiliaria de Villa Carlos Paz, a los fines de imponerme y cuestionar la intervención de esta Institución con relación al tema que hoy nos ocupa. Hizo hincapié en el hecho de que nosotros habíamos actuado en nombre y representación de las Inmobiliarias de esta ciudad, cuando muchas de ellas no tenían conocimiento de la existencia del proyecto de ordenanza.
En tal sentido, quiero dejar constancia (tal como oportunamente le expresé a esta persona) que nuestra Institución giró copia  del proyecto en cuestión a todos sus asociados el día 29 de mayo de 2015, vía mail y tal como consta el encabezamiento que se expone a continuación:
---------- Mensaje reenviado
                                                                                     De: CPUA Carlos Paz <consejourbanoambiental@gmail.com


Fecha: 29 de mayo de 2015, 13:45
Asunto: Proyecto de ordenanza porcentajes de tipologías de deptos. por edificios
Además y como es habitual en nuestra Institución, el tema fue objeto de tratamiento y debate en diversas ocasiones, mediante reuniones ordinarias y de pública concurrencia, ámbito en el cual todos los asociados (y no asociados) disponían de la oportunidad para presentar cualquier inquietud y/o propuesta al respecto. Esto sin dejar de lado que, para ésta y otras cuestiones, hemos enviado numerosas invitaciones a participar y asumir un rol activo y protagónico en la vida de nuestra Institución.
Por lo tanto, queda totalmente descartado el hecho de una probable falta de conocimiento de este proyecto de parte de algunos colegas inmobiliarios, quienes tuvieron la opción plena y libre de participar con suficiente antelación. Si así no lo hicieron, es de su decisión y responsabilidad.
El Sr. Arrarás, quien se auto-tituló “desarrolista” y, en alguna medida, se expresó en representación de ese sector económico, expuso distintos fundamentos y presentó su oposición a este proyecto puesto que el mismo generaría demasiados perjuicios económicos a su sector y, por ende, al desarrollo económico de esta ciudad, siendo que el desarrollismo sería quien propicia el  crecimiento urbanístico de esta localidad desde una perspectiva “sustentable”, tales fueron sus expresiones. En ninguna oportunidad de su extensa alocución pude escuchar que se refiera a otro objetivo que el meramente económico y tampoco hizo alusión a preocupación alguna por  la vida de esta comunidad, quien ya cuenta con algo más de ochenta y cinco mil habitantes permanentes, siendo que estos vecinos son los verdaderos “dueños y usuarios” de la ciudad.
Utilizó en diversas oportunidades el término “sustentable”, pero en ningún momento se refirió como contribuiría el desarrollismo (o en tal caso su empresa) a lograr esta sustentabilidad. Es más, no pude determinar a ciencia cierta si tiene cabal conocimiento del significado de esta palabra, como tampoco fue demostrado por las distintas empresas desarrollistas que actúan o han  actuado en nuestra localidad. Estas se jactan del progreso que han traído a Villa Carlos Paz, pero jamás he podido observar que hayan realizado algún aporte para esta tan vapuleada “sustentabilidad”. Los vecinos tenemos bien en claro que estas empresas solamente aportaron metros cubiertos y grandes “dolores de cabeza” a cada uno de los habitantes de esta tierra, quienes observan pasmados cómo se va diluyendo su calidad de vida y aumentando sus carencias en cantidad y calidad de servicios urbanos (sin querer hacer mención a la situación ambiental).
En razón de lo expuesto, considero necesario dejar en claro la posición de la Asociación Inmobiliaria de Villa Carlos Paz, entidad que desde siempre ha estado comprometida con los procesos sociales de esta región y en especial de nuestra ciudad.
En el año 2009, mediante un boletín enviado a los asociados y demás colegas inmobiliarios, se dejó constancia de lo siguiente: También nuestra ciudad necesita de nuestro aporte y participación. Como entidad intermedia tenemos importantes responsabilidades sociales que cumplir y por lo tanto, en todo aporte que realicemos, estará presente nuestra contribución a la consolidación de nuestra ciudad y al mantenimiento de los valores que la sustentan. La Asociación Inmobiliaria debe constituirse en una entidad que proteja y mantenga siempre en alto el mandato fundacional de esta población. Nuestro origen siempre estará ligado al de un lugar de descanso y esparcimiento; una localidad que creció por el turismo y en él se sustenta. El nombre no surgió por casualidad; la designación como  Ciudad de Villa Carlos Paz, fue un mandato imperativo de los pobladores a las autoridades de la Provincia, para  que siempre se tuviera en cuenta cual era la fisonomía de este lugar y las características que lo constituían en único e irrepetible. Hoy, frente a los albores de este nuevo siglo, necesitamos rescatar esos valores. De ninguna manera será para retrasar su crecimiento; todo lo contrario, será para conducir su crecimiento hacia formas más ordenadas y que respeten el mandato fundacional que nos permitió posicionarnos como principal destino turístico del interior del país.”.[1] Estas expresiones fueron también incluidas dentro de la Memoria y Balance presentados ese año. Ya, para esta época, nuestra entidad se encontraba integrando el CPUA y, de esa forma, mostraba firmeza y resolución frente a aquellos conceptos.
Haber llegado a la elaboración del proyecto de ordenanza (identificado como punto Nº326/2015)  y prestar acuerdo a su contenido, no ha sido tarea fácil. Todo devino de un análisis profundo y responsable de parte de todos los integrantes del CPUA (ver Actas 248, 256, 257/2015), tarea que, vista desde fuera de su ámbito, puede parecer una nimiedad pero llevó varias jornadas de discusiones y consultas.
Ante tal realidad, no hay nada más conveniente que ir al contenido del “Documento de pre-diagnóstico, Eje Urbano-Ambiental, Octubre de 2015”, elaborado por el CPUA y presentado en oportunidad del “Plan de la Villa 2020” (cuya lectura detenida me permito recomendar a cada uno de Uds.).
No existe trabajo más ejemplificativo y completo que demuestre la tarea llevada adelante por este ente. Allí quedan expuestas las variables tenidas en cuenta frente a cada estudio, las investigaciones realizadas y la amplitud de criterios mantenidos en cada uno de los acuerdos alcanzados, así como también las acciones de todas y cada una de las Instituciones intervinientes, sin olvidar la participación plena de los organismos técnicos municipales.
A manera de reflexión y ejemplo, baste mencionar lo siguiente: El CPUA fue creado para proporcionar las pautas para el dictado del Código de Edificación y Desarrollo Urbano Ambiental y sus eventuales modificaciones. De acuerdo a lo establecido en la COM, este Consejo tiene como objetivo zonificar la ciudad a los fines de lograr un crecimiento armónico, acorde a las características de una localidad turística moderna, contemplando tanto el equipamiento propio de los habitantes como el necesario para el desarrollo de un turismo sustentable. Deberá asegurar los servicios esenciales de manera acorde a la densidad poblacional, mediante su uso racional, preservando los necesarios para las generaciones futuras e imprimiéndole a cada barrio una característica propia y a la ciudad, una clara
imagen de ciudad turística.
[2] 

Se incursionó en todas las áreas que hacen al desarrollo armónico y sustentable de una ciudad moderna. Se partió desde un adecuado diagnóstico situacional; se analizó a otras áreas urbanas adyacentes (y no a ciudades como las de Japón, Francia o Estados Unidos); se estudió detenidamente la micro-región; se verificaron datos relevantes –pasados y futuros-; se relevó toda red de servicio existente y se verificó sus posibilidades futuras; se analizó detenidamente -junto a los centros vecinales- la ocupación del suelo y las distintas proyecciones posibles; se verificó la situación geomorfológica de la región, la composición de los suelos, el clima y demás variables naturales; se estudió la vegetación, recursos hídricos y otros elementos esenciales para la vida humana; en fin, se tuvo en cuenta todo factor determinante de la calidad de vida de las personas y las posibilidades futuras de la región.
Por lo tanto, de ninguna manera puede admitirse la afirmación de que las decisiones de este órgano colegiado, impuesto por nuestra Carta Orgánica, han sido producto de la improvisación inconsulta o bien que obedezca a criterios alejados del bien común.
En esta actividad mancomunada y colectiva tenemos siempre presente el “bienestar de los vecinos”, así como el mejoramiento y preservación de su “calidad de vida”. Villa Carlos Paz dispone de una escasez relativa de recursos y su crecimiento nos obliga a actuar responsablemente, planificando cada acción o proyecto que se intente ejecutar, situación ésta que nos demanda a su vez una participación más activa y comprometida. De ello depende nuestro futuro y el de las generaciones venideras.
El sustento de los reclamos desarrollistas es bastante endeble y no obedece a ningún estudio serio y responsable de todas las variables que deben ser tenidas en cuenta (más allá de lo que corresponde a sus inagotables apetencias económicas). No han demostrado la existencia investigaciones previas o la realización de estudio de mercado alguno y todos sus fundamentos no se alejan demasiado del necesario producido y beneficio económico que pretenden como resultado final. Tampoco exhiben estudios del impacto sobre los servicios y el ambiente que estas construcciones producen, siendo que el deterioro general que provocan es significativo y, tanto nuestra comunidad como el Municipio, deberán hacer frente a las consecuencias que ya todos conocemos. Por otra parte, estos desarrollistas reclaman una representatividad que no disponen y que tampoco procuran tener, a juzgar por su falta de participación en todos los procesos sociales y económicos en los que accidentalmente se hacen presentes y a los cuales nunca aportaron nada relevante. En resumidas cuentas, prestar atención a estos reclamos es ir por el camino opuesto al que todo el vecindario de Villa Carlos Paz ha resuelto seguir.
En Mayo de 2012, en nota publicada en distintos medios locales, sostuve que: “La
temeraria posición de que oponerse a las edificaciones en torre es detener el progreso y perjudicar económicamente a nuestra comunidad, ya no resiste ningún tipo de argumentación en su defensa. Nuestro desarrollo no se detiene sino que –por el contrario- se ordena; la economía no se resiente, sino que se fortalece desde el momento que impongamos un uso racional de los recursos existentes.
[3]
Estas aseveraciones no fueron más que el resultado de una investigación que realicé durante el año 2007 y presenté sus conclusiones a la Asamblea Constituyente y al Concejo Deliberante de aquella época (copias que adjunto a la presente). Más adelante expresé: “Al presente, han salido a la opinión pública distintas posiciones asumidas por personas, empresas, agentes del Estado Municipal, instituciones diversas y otras organizaciones de nuestro medio. Todas han tenido la oportunidad de expresarse y mostrar su pensamiento, representando sus intereses y visiones de lo que se supone que debemos ser como ciudad. Todas se arrogaron unos u otros “supuestos derechos”, pero he podido observar que no prima, mayormente,  ni el sentido común ni el interés general de la población.[4]
Hoy, gracias a la actitud asumida por las actuales autoridades y la acción desinteresada pero comprometida de Instituciones y vecinos, esa realidad preocupante está siendo derrotada, lo que me permite afirmar que “nos conducimos por el camino correcto”. Nuestros hijos y las generaciones venideras estarán plenamente agradecidos y podrán disfrutar de todas las bondades de esta ciudad, de su entorno natural y de la grandeza de sus habitantes.
Aprovecho la oportunidad para saludarles respetuosamente y quedo a vuestra entera disposición.
José Luis Rigazio

“La calidad de vida no está relacionada con la ausencia de conflictos sino con la capacidad para enfrentarlos y resolverlos, para transformarlos en situaciones problemáticas y a éstas en oportunidades de crecimiento”.- - - - - -
(“La educación y la segunda modernidad” – Gregorio Germán – La Voz del Interior- 29/05/2001).


S/C.: Con copia a la Asociación
Inmobiliaria y al CPUA.-


[1]  Asoc.Inmobiliaria de VCP - Memoria y Balance - 2009

[2] “Documento de pre-diagnóstico, Eje Urbano-Ambiental” – CPUA - Octubre de 2015.-

[3]  José L. Rigazio - Nota publicada el 26 de mayo de 2012 -

[4] José L. Rigazio – Documento elevado al Concejo Deliberante y a la Asamblea Constituyente – Julio 2007
Participación y Compromiso Social.: Construcción de edificios -Publicación de 2007



No hay comentarios:

Publicar un comentario

correo personal