NOTA: El
presente escrito corresponde a diversos fragmentos del trabajo de
investigación realizado por José Luis Rigazio, cuyo contenido trata sobre la
realidad de la microempresa y su particular importancia socio-económica.
Si bien hasta el presente he realizado diversas publicaciones y presentaciones en relación al tema de referencia, hoy vuelvo a publicarlo en razón de la situación económica emergente y los nuevos indicadores de pobreza e indigencia.
Este trabajo, elaborado a partir de diversas investigaciones efectuadas durante mi desempeño como docente del nivel superior (junto a la valiosa colaboración del Cdor.Jorge Pero), tiene como finalidad entregar distintos elementos de juicio que sirvan para comprender que la única posibilidad que disponemos para salir de estas coyunturas socio-económicas, es la de generar estas unidades económicas capaces de producir riqueza genuina y verdaderas fuentes de trabajo, elementos éstos sumamente necesarios para que las personas puedan acceder a mejores situaciones económicas y sociales, más allá de la antigua frase de que "el trabajo dignifica al hombre".
MICROEMPRESA: Su
realidad e importancia socio-económica.-
(publicado
en Semanario Bamba en el mes de abril de 2006)
MICROEMPRESA:
“Unidad
económica formal y legalmente establecida, que dispone de organización y
objetivos adecuados, personal con tareas
y funciones debidamente establecidas, recursos propios, supervisión permanente
de actividades y constituida con la finalidad de obtener ingresos a partir del
desarrollo y comercialización de un micro-emprendimiento productivo o de
servicios, con un nivel inicial de producción de baja escala.-“
1.
INTRODUCCIÓN:
Hoy
enfrentamos situaciones por demás críticas dentro del ámbito económico-social,
que ponen en serio riesgo el desarrollo y progreso de nuestras comunidades. La
marginación social y el creciente desempleo son sólo síntomas de una realidad
mucho más preocupante que pone de manifiesto la desaparición de fuentes
genuinas de creación de riquezas.-
Esta
situación, impulsa a las personas que las sufren para que exploren nuevas
formas, no tan sólo de supervivencia
económica, sino que además les permitan realizarse a través de una actividad
productiva que les brinde nuevas oportunidades.
Es
así como surge el fenómeno de los microemprendimientos, actividades
rentables que surgen a partir de mucha imaginación y de escasos recursos,
pero sobretodo son producto de una actitud emprendedora y una férrea
decisión de no dejarse vencer por el entorno y el estado de necesidad que él
provoca. Estos microemprendimientos no son otra cosa que pequeñas
iniciativas o voluntades de acción que se emprenden para la consecución de una
idea, una nueva línea de productos generalmente manufacturados, una nueva forma
de producir bienes, una nueva forma de gestión empresaria, etc.- El signo
distintivo de estos emprendimientos es que se trata de cuestiones novedosas,
que no disponen de competidores inmediatos en el mercado.
Ahora
bien, cuando el microemprendimiento logra organizarse como empresa
-es decir mediante una planificación formal, con una dirección conveniente y
bajo formas de administración adecuadas, personal con tareas y funciones
establecidas previamente, objetivos claros, con seguimiento y supervisión
permanente de sus actividades- aparece o nace el concepto de microempresa,
que indica la existencia de unidades económicas cuyo éxito o fracaso depende
más de factores personales que de las condiciones externas. El factor humano
aparece como el elemento más relevante, aun más que el propio capital o la
tecnología, por lo que el resultado de la gestión empresaria depende de las
cualidades emprendedoras de estas personas, quienes además sufren las consecuencias provocadas por la
falta de experiencia y capacitación, escasa información; además de tener que
hacer frente a los crecientes costos y barreras que el medio en el que se
encuentran insertas le impone.
El
fuerte involucramiento que estas personas tienen con esos desarrollos
productivos y su compromiso con el éxito de la gestión empresaria, producen una
gran motivación para la formación y mantenimiento de estas empresas. Si a ello
sumamos los lazos familiares y de vecindad que existen, puesto que en estos
ámbitos surgen y se nutren las microempresas, su permanencia en el mercado es
una cuestión de gran importancia y prioridad.
Es
de destacar que la actividad artesanal de estas empresas, logra productos que,
por su originalidad y características, son altamente demandados, llenando de
esta forma un vacío no cubierto por las producciones tradicionales. Además,
ellas lograrán cubrir segmentos de producción y servicios muy requeridos por la
comunidad y que en la actualidad brillan por su
ausencia por no ser de interés de las grandes empresas, en razón del
volumen de demanda existente.
Por
ello, la promoción de la microempresa no sólo generará empleo
sino que permitirá el incremento y mejoramiento de esos microemprendimientos,
actividades éstas que podrán así constituirse en el motor del desarrollo
económico de cualquier región. Existen demasiados datos que nos informan
sobre la importancia económica de estas unidades productoras de bienes y
servicios, así como de su participación en la formación del PBI.-
El
investigador cordobés Roberto Fermín Bertosssi, en oportunidad de elevar su
proyecto (creación de microempresas) a la Facultad de Derecho de la Universidad
de Córdoba, establece que su finalidad primordial es “el fomento del empleo
y la desactivación de la pobreza”.[1] Además,
en un texto de su autoría, sostiene que: “cada microempresa puede contribuir
a dignificar el trabajo humano (...) y promover cuanto favorezca al desarrollo
de la actividad empresarial a través de normas que estimulen emprendimientos
urbanos y rurales; incrementar los recursos financieros propios; fortalecer la
garantía de los terceros en sus relaciones con la microempresa; aceptar con
pragmatismo las realidades del mercado y las innovaciones tecnológicas;
asegurar la supervivencia y crecimiento sostenido en un nuevo clima de
solidaridad y cooperar en la construcción de sistemas de distribución más
equitativos.”[2]
Podríamos
abundar en muchísimos argumentos que refuercen el valor e importancia de estas empresas
de reducidas dimensiones, pero con elevada significatividad para el
medio socio-económico y con grandes posibilidades de desarrollo sostenido, pero
no debemos perder de vista que ello será posible si desde los Estados
Municipales se favorece a dichos desarrollos económicos, con medidas
tendientes a facilitar su instalación y funcionamiento, a partir de que se les
brinde un tratamiento diferencial por sus particulares elementos constitutivos
y las características ya descriptas. Su habilitación, control y seguimiento no
puede realizarse desde los habituales parámetros existentes para las demás
actividades reguladas, sino que esto debe concretarse mediante la existencia de
un régimen especial destinado no sólo a regular su funcionamiento sino que
promueva su establecimiento y garantice su desarrollo. . Es necesario un mayor
compromiso e involucramiento de la sociedad y sus instituciones en el fomento y
promoción de microempresas. (Ver Leyes
Nacionales Nº24467 y Nº25300)
La
solución a los problemas socio-económicos municipales y regionales antes
aludidos, será a partir de la promoción y desarrollo de las microempresas
y no de los “planes asistencialistas” que sólo sirven para la conquista
de votos, como respuesta al amiguismo político y en alguna medida para paliar
transitoriamente el creciente reclamo social.
(…///…)
2- EL
PAPEL DEL MUNICIPIO EN EL DESARROLLO DE LAS MICROEMPRESAS:
En el punto
1. de este trabajo, mencioné la necesidad de que el Municipio tiene que
favorecer el desarrollo económico local, a partir de la instrumentación de
normas y planes que establezcan objetivos claramente definidos que orienten tal
desarrollo. Esta cuestión la he sostenido por más de veinte años, a partir de
diversos estudios y análisis que realicé, encontrándome al frente de la Secretaría
de Economía y Finanzas de Villa Carlos Paz.
Al
presentar el plan para dicha secretaría para 1985, elevé al Sr. Intendente una
serie de consideraciones, entre las que expresaba: “Habiendo conseguido los
objetivos propuestos para l984, el año 1985 deberá consolidar lo hecho y
permitir superar la etapa administrativa pura. El trabajo deberá entonces
abarcar dos etapas claramente diferenciadas, divididas en semestres: 1º
Semestre: Consolidación del sistema administrativo; 2º Semestre:
Inicio del plan de desarrollo económico de Villa Carlos Paz, a través de
la inserción de la Comuna en las variables macroeconómicas locales.”.
(...) “En este segundo semestre los objetivos son genéricos porque, como
concepto, buscan producir en Villa Carlos Paz por intervención directa de la
Comuna, un proceso de desarrollo sostenido, que deberá superar el crecimiento
que se operó hasta la década del ’70. Hasta el presente la Comuna nunca fue
el eje fundamental del crecimiento de esta ciudad, sino un mero
administrador del trabajo privado. Este desarrollo se encuentra hoy estancado y
es la comuna el único ente con capacidad potencial para lograrlo...”.- Identificado
con esta propuesta Intendente Municipal la expuso textualmente, en oportunidad de presentar a
la ciudadanía el Plan de Gobierno para l985.[3]
Tratando de definir mejor la
propuesta que realizaba en 1985 y atendiendo a la nueva realidad de nuestro
país, hoy debo reconocer que quienes pueden contribuir verdaderamente a la
producción de ese “desarrollo sustentable” -al cual hacía referencia- son las
MiPyMes, por ser quienes en forma concreta y efectiva aportan a la generación de empleo y al crecimiento económico del país y por
supuesto de la región (o localidad) en la que se encuentran produciendo.
Este concepto de desarrollo
puede cubrir distintos aspectos, pero para comprenderlo mejor podemos
considerar lo expresado por José Luis Furlan[4],
coordinador académico de la “Fundación Ciudad 2000”: “...el desarrollo
puede definirse como un proceso de transformación social orientado a mejorar,
simultáneamente, el nivel y modo de vida de la población en sus aspectos
económicos, políticos, sociales, culturales y medioambientales.”; proceso que debe ser “...el resultado de
un pacto o concertación entre los actores sociales, públicos y privados.”.
Reafirmando
el papel que estas empresas cumplen en nuestra economía y su importancia como
factor estratégico para el crecimiento regional y local, este autor nos expone
sobre el riesgo de no considerarlas como eje del desarrollo económico: “...el
desarrollo basado sólo en los ‘nichos internacionales’ condena al atraso o a la
desaparición a la mayor parte de la estructura productiva, constituida
esencialmente por micros, pequeñas y medianas empresas; consolida los
desequilibrios territoriales y mantiene las causas originales de la pobreza
estructural.” . Más adelante, Furlan nos dice: “...la estrategia de
desarrollo debe ser complementada por otras de alcance regional y local
que contribuyan a la generación de un entorno competitivo, a la formación y
desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas y a corregir los
desequilibrios territoriales y sociales.” (...) “...es necesario promover la
modernización del vasto sector de micros, pequeñas y medianas empresas, urbanas
y rurales, generadoras de la mayor parte de la riqueza y del empleo.”
Finalmente, el autor sostiene: “...en la creación y puesta en marcha de
estas iniciativas, el rol de los municipios es capital.” 25
Por tal
motivo, tomo las expresiones de José Luis Furlan[5]
como base argumentativa de la afirmación que he realizado al inicio, en el
pleno convencimiento de que los problemas estructurales, padecidos por nuestras
economías regionales, tendrán solución a partir de la instrumentación de
políticas que faciliten y aporten a la
formación de estas unidades económicas. Estas medidas necesariamente tendrán
que originarse en los municipios, células primordiales de nuestra organización
social y política. Allí es donde se produce el mayor acercamiento entre el
Estado y el hombre; es el ámbito donde ellos conviven y comparten estrechamente
la problemática social, participando ambos en la búsqueda de las soluciones
adecuadas que se requieren.
Ahora bien,
¿No estaría pretendiendo con ello desvirtuar y sobrecargar las ya abultadas
finalidades de los municipios? ¿Se encuentran capacitados las comunas para
hacer frente a la empresa que supone impulsar estos emprendimientos? ¿Disponen
las municipalidades de suficientes recursos para hacer frente a esta nueva responsabilidad?
Encontrar las respuestas adecuadas a estos interrogantes (y otros que podrían
plantearse), explicaría mi posición al respecto.
Al
respecto, el ex Vicegobernador de la Provincia de Córdoba, Luis Molinari
Romero, al referirse a los nuevos roles que deben asumir los municipios, en un
artículo periodístico nos expresa: “los gobiernos locales..., por imperio de
las circunstancias, deben asumir un nuevo rol al convertirse en receptores
primarios de las demandas sociales. En las nuevas intervenciones que se les
demanda a los municipios, con vistas a la gestión del desarrollo local, son
ineludibles el diseño e implementación de políticas sociales que atiendan el
bienestar de la población, la promoción económica que aliente la inversión y el
empleo y el mejoramiento de la calidad ambiental.” (...) “Al asumir esta
responsabilidad, el municipio debe integrar a otros actores sociales y recursos
fuera de su propia administración –personas, instituciones, empresas- que
contribuyan a lograr los propósitos con eficiencia y eficacia.” [6]
Estas expresiones no dejan lugar a dudas de
que la realidad impone nuevas finalidades a estos gobiernos comunales, cuyas
funciones no se encuentran acotadas ni agotadas. Tanto en la Constitución de la
Provincia de Córdoba, como en su Ley Orgánica Municipal Nº 8102, se sostiene
que los municipios de la provincia dispondrán de “...cualquier otra función
o atribución de interés municipal que no esté prohibida por esta Constitución y
no sea incompatible con las funciones de los poderes del Estado.” [7].
Debiendo destacarse, además, que las municipalidades “...Participan en la
elaboración y ejecución de los planes de desarrollo regional...” [8]
Teniendo
como referencia tales circunstancias, y ante la posibilidad del dictado de
Cartas Orgánicas Municipales, en cada ciudad
tendrá que discutirse y dejarse claramente establecidas estas nuevas
funciones municipales, de forma tal que esta problemática quede definitivamente
incorporada a la vida municipal y se constituya en una de sus primordiales finalidades.
El Dr. Víctor Rubén Marcelino, en su obra referida a las Cartas Orgánicas
Municipales, deja sentado el valor e importancia de estas cartas orgánicas al
aseverar que “...ella debe virtualizar el querer colectivo de los habitantes
de la ciudad. Hacerse eco de las actitudes y anhelos profundos que anidan en el común de los
vecinos; porque el municipio, o es entidad primaria de convivencia o no tiene
razón de ser. En la Carta de Atenas se dice que en la ciudad se realizan cuatro
actividades del hombre: el hombre trabaja en ella, el hombre circula en ella,
el hombre se recrea en ella, el hombre duerme en ella. Y es en la sanción de
estas normas destinadas a regir por mucho tiempo, la vida y el desenvolvimiento
de la ciudad, donde también y esencialmente esta vida del hombre realizada en
la ciudad, puede ser enriquecida o empobrecida, elevada o hundida, y a la que
puede dársele contenido o privársela de futuro.” [9].
El Dr.
Pedro J. Frías, afamado constitucionalista cordobés, al escribir el prólogo de
la obra del Dr. Marcelino, imagina diez tesis sobre la gestión urbana. De ellas
quiero rescatar las siguientes:
§ “La
gestión urbana es un hecho técnico, políticamente conducido, de relieve
creciente, porque la década del ’90 es la de la municipalización de la vida
pública argentina.”
§ “La
gestión urbana se apoya en el ordenamiento territorial, en el desarrollo
sustentable y en el civismo.” [10]
Estas dos
tesis del Dr. Frías no hacen más que dejar expresamente sentado las nuevas
finalidades que le competen al Municipio en razón de esas nuevas exigencias
políticas, sociales, económicas y regionales, que imperan en nuestro país.
El otro
interrogante que he planteado, se refiere a los recursos que el Estado
Municipal dispone para hacer frente a estas nuevas exigencias. Si bien en mi
planteo hablo de recursos, lo hago en el sentido de capacidades de hacer o
resolver, me refiero a las potencialidades del municipio para enfrentar esta
situación emergente. No obstante, el tema de los recursos (en su estricto
sentido), como elementos que se disponen para cumplir con una finalidad, no
puede dejarse de lado.
Básicamente
el Municipio dispone de una estructura organizada que permite lograr las
distintas finalidades que el mismo tiene que cumplir. Dentro de esta
organización existen recursos materiales y humanos suficientes para atender
cualquier demanda social que exista, sólo deberá resolverse la cuestión
emergente con creatividad e imponiendo amplios criterios de innovación en
materia de gestión administrativa municipal.
El mayor
problema que puede presentársele a los distintos municipios es de orden
económico-financiero, cuestión ésta que de alguna manera la legislación
nacional de las MiPyMes aporta algunas soluciones estructurales. Estas leyes
establecen la posibilidad de realizar acuerdos interestatales que podrían
constituirse en verdaderas redes a favor de este sector empresario. Pero lo más
relevante es que establecen la existencia de diversos mecanismos para lograr el
financiamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas que estén por
formarse o bien aquellas que se encuentren en posición de llevar adelante
proyectos de inversión y desarrollo. A través de esos procedimientos, la Nación
canaliza recursos financieros de bajo costo y en diversos casos los distribuye
por intermedio de los municipios (ver el análisis de la Ley 25300 en el punto 5.).
Después de
haber leído lo anteriormente expuesto, surge un nuevo interrogante: ¿De qué
manera el Municipio puede actuar para cumplir con esta nueva finalidad?
Necesariamente debe entenderse que estamos frente a un sector de suma
importancia para nuestra sociedad, por lo tanto debe dársele la relevancia
administrativa y legal que le corresponde. Esto podría producirse a partir de
la formación de una dependencia oficial o ente coparticipado que sirva de nexo
entre el Estado Municipal y este importante sector socio-económico.[11]
La creación y formación de estos organismos tienen que ir de la mano de una
serie de normas legales que permitan su funcionamiento, le entreguen la
jerarquía y poder necesario para cumplir sus finalidades y además establezcan
claramente sus funciones y alcances. Desde mi punto de vista y experiencia,
considerando que las medidas del ente tendrán efecto directo sobre la sociedad,
es oportuno y necesario que en su conformación participen los principales
actores sociales de la localidad, llámense entidades intermedias, asociaciones
gremiales y profesionales, etc.
Así fue
como lo interpreté oportunamente y, en ocasión de elaborar el borrador de lo
que posteriormente se transformó en la Ordenanza de Microemprendimientos de
Villa Carlos Paz, propuse -a los fines
de promover, impulsar y garantizar el desarrollo socio-económico, disponiendo
como eje de acción a las microempresas
(sin dejar de lado a las pequeñas y medianas)- que el Municipio realice las
siguientes actividades[12]:
“(...)
Art.8: Créase la Dirección de promoción y fomento de
microemprendimientos[13], organismo municipal dependiente de la Secretaría
de Economía y Finanzas, que se constituirá en la autoridad de aplicación, a
todos los efectos de la presente ordenanza.
Art.9:Serán funciones de esta Dirección:
a.
Promover el desarrollo y crecimiento de las microempresas.
b. Llevar un registro de las microempresas habilitadas y
de los microemprendimientos que ellas desarrollen.
c. Verificar el cumplimiento de las disposiciones de esta
ordenanza y sus reglamentaciones, aplicando las medidas correctivas,
preventivas o punitivas, en un todo de acuerdo a la normativa existente o
aquella que específicamente se dicte.-
d. Proponer normas, proyectos, acuerdos y toda otra
medida conducente a promover, fomentar, apoyar, orientar, facilitar y/o
permitir el desarrollo de las actividades de interés municipal, económico y/o
social.
e. Ejercer tareas de fiscalización, supervisión, control
y seguimiento de las actividades de las microempresas registradas y que gocen
de los beneficios de esta ordenanza.
f. Apoyar, asesorar, capacitar y colaborar en el
desarrollo de actividades productivas y/o de servicios de interés comunitario.[14]
g. Coordinar con otras áreas municipales, entidades
públicas o privadas y con organismos municipales, provinciales y/o nacionales,
todo convenio, actividad, proyecto o evento que tenga por finalidad el
desarrollo y promoción de microemprendimientos y consecuentemente favorezcan la
creación de microempresas.
h. Establecer planes de capacitación para
microemprendedores de carácter gratuito.
i. Gestionar beneficios para microempresas que sean
contemplados por normas provinciales y/o nacionales.
j. Proponer al Departamento Ejecutivo la firma de convenios
con organismos oficiales y/o privados dentro del marco previsto por las leyes 24467, 25300 y toda otra que se dicte con idénticas finalidades
dentro del ámbito provincial o nacional y que se consideren necesarios para
garantizar los fines instituidos por esta ordenanza.-
k. Mantener un registro de microempresas Proveedoras de
esta Municipio, a quienes se les otorgará un trato preferencial dentro de los
criterios de costo y calidad especificados por la autoridad administrativa
correspondiente y bajo el concepto de “Compre en Carlos Paz”.- Para la
inscripción en este registro, las microempresas deberán mantener sus
obligaciones fiscales (tributarias/administrativas) al día.-
l. Preparar conjuntamente con el sector empresario
correspondiente el proyecto de reglamentación de esta Ordenanza (o sus
reformas), el cual se propondrá al D.E. a los fines de su aprobación e
implementación.-
(...)”
Como
podrá observarse, las posibilidades son innumerables, sólo se requiere una toma
adecuada de decisión y llevar adelante el proyecto participativo
que se haya elaborado; las condiciones son propicias y tiene que capitalizarse
la especial situación que nos encontramos atravesando. El tiempo es hoy y las
oportunidades verdaderamente existen y deben aprovecharse.
Prof. José Luis
Rigazio
ANEXO
I:
INCUBADORA DE EMPRESAS
¿Qué
es una incubadora de empresas?
Es una herramienta central en el
proceso de generación y consolidación de micro y pequeñas empresas ya que las
acompaña desde su creación en aspectos financieros, tecnológicos y operativos.
Es un agente facilitador de la innovación tecnológica en pequeñas empresas, un
mecanismo de creación de trabajo económicamente sustentable y de desarrollo
regional.
¿Por qué es importante la creación de
una incubadora de empresas?
Porque contribuye al desarrollo
económico generando nuevos productos y servicios. Asimismo, promueven el
desarrollo tecnológico, la diversificación de la economía, generan empleo,
fortalecen el espíritu de asociación, crean redes de negocios, desarrollan la
cultura de gestión promoviendo la innovación y facilitando la transferencia de
tecnología.
¿Qué
se requiere para lograr el proceso de incubación?
Resulta importante la combinación de
gente con ideas, la aplicación de la tecnología, junto con recursos expresados
en forma de capital y de know-how o conocimiento. En el medio donde se incuban
estas empresas, el sistema financiero favorece sus innovaciones, el sistema de
mercado las absorbe y el sistema educativo impulsa la cultura emprendedora.
Marco estratégico de la incubadora
Visión
Ser una
organización reconocida como centro regional de formación, capacitación y
desarrollo sostenible de nuevas empresas de base tecnológica que complementen
los esfuerzos provinciales de gestión para el desarrollo regional
misión
Realizar las
acciones para lograr la transformación de ideas/proyectos con base tecnológica
en emprendimientos comerciales capaces de auto sostenerse.
Objetivos generales
·
Incrementar las posibilidades de éxito en un
proyecto de base tecnológica.
·
Contribuir al desarrollo de la cultura
emprendedora regional.
·
Promover la articulación entre distintas
instituciones y actores.
Objetivos específicos
- Asesorar a los emprendedores incubados para su futura implantación definitiva en el tejido económico local.
- Alcanzar el auto-sostenimiento de la
incubadora.
- Crear una red de empresas incubadas que colaboren con el funcionamiento de la incubadora.
Servicios ofrecidos por la incubadora
- Servicios financieros
- Servicios tecnológicos
- Servicios operativos
Procesos que
realizará la incubadora
§ Proceso
de pre-incubación
§ Proceso
de incubación
Etapas
de cada proceso
§ Proceso de pre-incubación
- Búsqueda
de ideas-proyectos
- Generación
de ideas-proyectos
- Recepción
de ideas-proyectos
- Evaluación de proyectos
·
Proceso
de incubación
- Etapa
0: calificación
- Etapa
1: incubación inicial
- Etapa
2: de incubado a empresa
- Etapa 3: empresa lista para operar en forma independiente
Recursos
de la incubadora
§
Recursos
materiales
- Inmuebles
y Edificios
- Máquinas
y Equipos
- Muebles
y Útiles
§ Recursos financieros
§ Recursos humanos
[3] Mensaje del
Sr. Intendente Municipal León
Grimberg, en la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante
de Villa Carlos Paz – 1º de mayo de 1985.-
[5] José
Luis Furlan: Experto
en gobierno y administración ciudadana - Coord. académico de la Fundación
“Ciudad 2000”.-
[6] Luis
Molinari Romero: “El Municipio como factor para
combatir el desempleo”- La Voz del Interior -
[10] Pedro
J. Frías: Prólogo al libro “Cartas Orgánicas
Municipales” – Editorial Advocatus – Junio de 1994.-
[11] Nota
del autor: Pongo por caso el Ente para el Desarrollo
Local –EPADEL-, que en la Cdad. de Villa Carlos Paz cumple algunas de las
condiciones aludidas, pero que necesariamente su composición y finalidades
deberán ser reconsideradas.
[12] Nota
del autor: Actividades transcriptas del borrador de
Proyecto de Ordenanza, puesto a consideración del I.R.E.S.M. y de la Cámara de
Microemprendedores de Villa Carlos Paz, en Diciembre de 2003 y que
posteriormente se elevó a consideración del Concejo Deliberante, con algunas
modificaciones que fueron consensuadas entre las partes.
[14] Nota
del autor: Podría
considerarse la formación de “incubadoras de empresas”, como factor
relevante para llevar adelante el contenido de este punto.
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