Corría el año 1985 y, desde la Secretaría de Economía y
Finanzas a mi cargo, comencé a vislumbrar la necesidad de que el Municipio
tenía que participar activamente en todos los procesos económicos y sociales de
nuestra Comunidad. En tal sentido, elevé al Sr. Intendente una serie de
consideraciones, entre las cuales expresaba: “… Inicio del plan de desarrollo económico de
Villa Carlos Paz, a través de la inserción de la Comuna en las variables
macroeconómicas locales….”, y más adelante agregaba: “…la Comuna nunca fue el eje fundamental
del crecimiento de esta ciudad, sino un mero administrador del trabajo
privado. Este desarrollo se encuentra hoy estancado y es la comuna el único
ente con capacidad potencial para lograrlo...”.- Identificado
con esta propuesta Intendente Municipal la expuso textualmente, en oportunidad de presentar a
la ciudadanía el Plan de Gobierno para 1985.[1]
A pesar de mi alejamiento del Gobierno Municipal, esta
preocupación me llevó a que, desde los claustros docentes, me dedicara a
realizar distintas investigaciones sobre la forma en que el Municipio podría
resolver la problemática de impulsar un desarrollo económico-social sostenido,
en nuestra localidad.
Con la inestimable colaboración del Cdor. Jorge A. Pero
–amigo y colega docente-, tomamos las conclusiones que íbamos obteniendo y las
volcamos en numerosas experiencias áulicas. Diseñamos un proyecto-tesis para la carrera de Gestión
Empresarial del I.R.E.S.M. y además, con este cúmulo de conocimientos y
experiencias obtenidas a través de nuestras prácticas docentes, llegamos a capacitar
a unos trescientos Microemprendedores, desde la Escuela de Negocios de esa
Institución Educativa. Fue así como dimos impulso a los Microemprendedores para
que constituyeran su propia Cámara Empresarial y elaboramos un borrador (enero
2004) que sirvió de base para la sanción de la Ordenanza de
Microemprendimientos, hoy vigente en nuestra Ciudad y de relativa aplicación.
Todo lo actuado me permitió sostener, que la manera más
idónea y adecuada para producir ese desarrollo, es impulsando la formación y garantizando la actividad de microempresas, unidades económicas
capaces de constituirse en una verdadera fuente de producción de riqueza y realización
social. Esta afirmación no es producto de una ensoñación personal, sino que
–por el contrario- viene de la mano de exitosos ensayos realizados en diversas
partes del mundo y en especial de nuestro país (por ejemplo el sistema de Incubadora de Empresas, diseñado por el
Municipio de Córdoba; experiencias en Gral. Pico – La Pampa; etc.).
La particular importancia de muchos de los proyectos
ejecutados, nos llevó al convencimiento de que deberíamos llevar esta idea a
las autoridades municipales de nuestra Ciudad. Sólo obtuvimos desinterés y
negativas. Esto me motivó a escribir distintas notas que fueron publicadas en los
medios gráficos de Villa Carlos Paz[2];
las que generaron bastante interés por parte de la población, pero no así desde
los niveles municipales. Intendente, legisladores y demás
funcionarios municipales, no acusaron reacción alguna, demostrando una
preocupante indiferencia hacia estas cuestiones que apuntan al bien
común.
Hoy, el espacio político-institucional cambió y existen
nuevos actores sociales. El nuevo escenario político-social, con distinto
elenco, nos movilizó a presentar una propuesta[3]
que prevé el desarrollo a partir de tres
ejes fundamentales:
a. El hombre: Emprendedor, capaz de aportar toda su iniciativa y creatividad para dar respuestas
concretas a las necesidades que le afectan personalmente, al igual que a su
familia y entorno.
b. El Estado Municipal: Capaz de “adoptar actitudes proactivas,
favorecedoras de las actividades empresariales (PyMes y microempresas),
en cuanto que contribuyen definitivamente al desarrollo social, al crecimiento
económico y a la creación de empleo”[4].
c. La concertación público-privada: De forma tal que el diálogo
y el consenso otorguen la necesaria garantía
de sustentabilidad de las acciones que se emprendan[5]. De
igual manera se establece un adecuado nivel de compromiso e involucramiento de todos y cada uno de los principales
actores sociales.
Esta propuesta, elevada
al actual Intendente Municipal (con copias al Lic. Walter Gispert, al Dr.
Omar Ruiz y expuesta ante el CPUA), expresa –entre otros argumentos- lo
siguiente:
“…A partir de estos tres ejes principales, se
desplegarán distintas acciones cuyo origen se justifica en el diálogo y el consenso que se logrará
desde los distintos espacios de concertación y relaciones
interinstitucionales que se generen. Estos acuerdos se verán fortalecidos
por las nuevas políticas de Estado; las que tendrán que plasmarse dentro de la
estructura legal del Municipio y que necesariamente impondrán transparencia, equilibrio y razonabilidad
a dichas acciones.
Dentro del contexto aludido, la solución a vuestra
preocupación central vendrá de la mano de la promoción y desarrollo de
microempresas, ya que estas unidades económicas son de primordial importancia
para la generación
de empleo y la desactivación de la pobreza. Debemos tener en cuenta que “cada
microempresa puede contribuir a dignificar el trabajo humano (...) y promover
cuanto favorezca al desarrollo de la actividad empresarial a través de normas
que estimulen emprendimientos urbanos y rurales; incrementar los recursos
financieros propios; fortalecer la garantía de los terceros en sus relaciones
con la microempresa; aceptar con pragmatismo las realidades del mercado y las
innovaciones tecnológicas; asegurar la supervivencia y crecimiento sostenido en
un nuevo clima de solidaridad y cooperar en la construcción de sistemas de
distribución más equitativos.”[6]…”
A
la fecha, la situación se presenta aun incierta. No se avizoran nuevas
políticas, ni proyectos alternativos. Todo parece movilizarse muy lentamente y
sin un derrotero cierto. El Ente para el Desarrollo Local (EPADEL) sigue con su
perimida
estructura y desconcertantes finalidades[7],
sólo cambiaron los personajes y, desde su seno, no veo más que acciones
aisladas y descontextualizadas. La
propuesta sigue aún en pie y estoy dispuesto a continuar, sin ceder espacio
alguno a la ignorancia, la incapacidad y el desaliento.
Hoy invito a todos a unirse a la concertación pública propuesta en el
trabajo presentado. Estado, Instituciones y vecinos en general, no
pueden estar ausentes; juntos podremos lograr un importante proyecto que beneficie a nuestra comunidad y dignifique
a sus habitantes, especialmente a aquellos que presentan mayores carencias
económicas y sociales.
José
Luis Rigazio
Nota: Toda aquella persona, ente o Institución que desee interiorizarse de esta propuesta -en profundidad-, puede requerir las explicaciones del caso o bien solicitar una exposición general ante quien o quienes corresponda.
[1] Mensaje del
Sr. Intendente Municipal León
Grimberg, en la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante
de Villa Carlos Paz – 1º de mayo de 1985.-
[2] “Micro
empresas, su realidad e importancia socio-económica”- Semanario
Bamba 08/04/06; Críticas al
EPADEL – Junio 2006; etc-
[3] “Propuesta
para el Desarrollo” – J.A. Pero / J.L. Rigazio - 2011.-
[4] “Curso sobre Desarrollo Local” - Francisco
Alburquerque.
[5] “Acuerdo para el fomento del Desarrollo
Local” – Gral. Pico – La Pampa – 2005.
[6] “Microempresas:
Teoría y práctica” - Roberto Fermín
Bertossi – Córdoba – 1997.
[7] Ver
“Críticas al EPADEL” – J.L. Rigazio – Semanario Bamba – Junio 2006.-
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