(Diálogo de café entre el Autor de la Nota y
un supuesto vecino de nuestra Villa)
N/A: -Si
tomamos por caso lo divulgado desde el Palacio Municipal y que los distintos
medios de nuestra Ciudad publicaron; la deuda
Municipal (cuyo total rondaría entre los ochenta y noventa millones de
pesos) -considerada “per cápita”- se situaría en unos MIL PESOS POR PERSONA (de más de un mes de edad). Esto nos llevaría
a que una familia tipo, estaría debiendo unos CUATRO MIL PESOS.
Vecino: -Esto, así analizado, resulta un tanto inexplicable. ¿Cómo puedo yo estar debiendo tal suma, si
no he asumido ningún compromiso u obligación?
N/A: -Mi muy
querido y respetable vecino. No debe equivocarse. La deuda es pública y contraída
en nuestro interés a través de decisiones que tomaron nuestros representantes.
Por lo tanto, todos nos encontramos obligados a afrontar su pago. El primer
aspecto a considerar es que el GASTO
PÚBLICO tiene por finalidad el
interés colectivo, esto es la satisfacción
de las necesidades públicas, por lo tanto el gasto público tiene un efecto
directo sobre el desarrollo económico-social de la comunidad.
Vecino: -Sigo sin entender.
N/A: -Mire, es
muy sencillo. El gasto público lo pagamos entre todos mediante los impuestos
que nos cobra el Estado Municipal. Si el Estado se endeuda, quiere decir que lo que cobra no le alcanza y por lo
tanto tiene que exigirnos más impuestos.
De lo contrario, “los números no cierran”.
Vecino: -Bueno, el Estado necesita gastar para que se produzca el desarrollo
que Ud. me comenta. Pero, ¿por qué
gasta más de lo que tiene? Esto
es lo que “no me cierra”. En mi
caso, yo necesito desarrollarme y gasto, pero lo hago dentro de mis
posibilidades; de lo contrario “alguien
tiene que pagar los platos rotos”. En mi caso particular, esos platos lo
pagaría mi familia.
N/A: -Aquí
parece que comenzamos a entendernos. Si comparamos al Estado con lo que sucede
en nuestros casos particulares, razonablemente las cosas son como Ud. lo
presenta. Es más, resulta que a veces no tenemos efectivo y nos endeudamos
para poder tener las cosas que necesitamos pero, este endeudamiento es debidamente planificado. Nos
comprometemos a pagar siempre dentro de nuestras posibilidades de pago y sin
tener que caer en “sacrificios extras.
Vecino: -Entonces, ¿por qué el Municipio no actúa de igual forma? ¿Por qué actúa tan irrazonablemente?
N/A: -Creo que
esto es lo más difícil de explicar (o… tal vez no). Desde mi personal punto de
vista, el error lo comenten nuestros
gobernantes y representantes. Las causas pueden ser diversas, pero puedo citar
las siguientes: incapacidad para resolver las cuestiones públicas; predominio
del interés particular sobre el general; falta de razonabilidad en las medidas
públicas; falta de planificación; arbitrariedad en las decisiones (ya que,
“total lo paga el pueblo”); ideas preconcebidas e instaladas en el imaginario
de los gobernantes (…”que lo resuelva el próximo Intendente”; …”no se quejen
que de otra forma nunca se harían las cosas”; etc., etc.).
Vecino: -¿Cómo pudimos llegar a este
estado de cosas?
N/A: -Esta realidad la construimos entre todos.
Elegimos a la “cara más bonita” y no pedimos los antecedentes de quienes
conforman la lista que después votamos. Así resultan gobernantes que solamente
se preocupan por sus intereses personales; concejales que no disponen la más
mínima idea de cómo cumplir con sus funciones y tan sólo “levantan la mano”; funcionarios
corruptos; etc. Nos creemos todos los “versos de la campaña” y después no aceptamos
nuestra responsabilidad por el error cometido.
Vecino: -¿Cómo hacemos para remediarlo?
N/A: -¡Involucrándonos! Todo pasa por nuestro
derecho/deber
de participación. Tenemos que asumir nuestras obligaciones como
ciudadanos y ejercer nuestros derechos a que las cosas respondan a nuestras
demandas y se hagan correctamente. Votamos y nos olvidamos del seguimiento y
control de los actos de nuestros gobernantes y representantes. Ponemos en
acción nuestra lengua, pero no actuamos en consecuencia. Mi abuelo solía decir
que “el ojo del amo engorda el ganado”.
Si no nos comprometemos con nuestra vida en sociedad, “la cosa no funciona”.
Vecino: -¿Y si no nos escuchan los gobernantes y resuelven seguir con lo que a
ellos le place?
N/A: -Tenemos
mecanismos que pueden corregir esas actitudes y obligar a que se nos escuche. La
ley nos concede tales instrumentos y solamente debemos aprender a utilizarlos. ¡El poder reside en el Pueblo! ¡Esto es lo
primero que debemos comprender!
VILLA CARLOS PAZ ES DE TODOS SUS HABITANTES, NO DE
ALGUNOS POCOS QUE ACCIDENTALMENTE NOS GOBIERNAN Y DICEN CONDUCIR NUESTROS
DESTINOS.
José Luis Rigazio.
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